viernes, 27 de junio de 2008

Información adicional sobre la programación

Día 11 - Bugs Bunny
Bugs Bunny es un personaje de la serie Looney Tunes de la Warner Brothers, conocido también como El Conejo de la Suerte, y cuya frase más famosa es ¿Qué hay de nuevo, viejo? (What´s Up, Doc? en su versión original)

Su primera aparición fue como Happy Rabbit, en un corto titulado Porky`s Hare Hunt (La Caza de Liebres de Porky), emitido el 30 de abril de 1938.

Bugs comparte con Porky Pig el título de personaje insignia, por su popularidad, de la serie animada. Se trata de un conejo dientón de grandes patas, orejas largas y cuerpo espigado.

Despreocupado y burlón, Bugs por lo general es un personaje pacífico al que la intervención de algún humano obliga a salir de su rutina diaria de devorador inveterado de zanahorias. Por lo general es Elmer Gruñón quien lo provoca intentando hacer de Bugs el objeto de la temporada de cacería de conejos. En otras ocasiones comparte roles con Sam Bigotes, pero en general siempre se trata de algún personaje abusivo que quiere alterar injustificadamente de algún modo su tranquilo modo de vida.

En estas ocasiones, el ciudadano Bugs puede llegar a convertirse en un verdadero terrorista de la animación y hacer pasar por ridículos y humillaciones varias a sus ocasionales contrincantes, a los que siempre terminará por derrotar invariablemente (en alguna ocasión obligó a un autoritario capataz de construcción a desviar una carretera para respetar el agujero de la madriguera de Bugs).

En otras ocasiones tiene que lidiar contra los mafiosos Rocky y Mugsy. Pero el transfondo es el mismo: involucrado en contra de su voluntad con personajes siniestros, Bugs tiene que encontrar alguna manera de salvar el pellejo, y de paso de darle una lección a los pillos.

Podemos observar en estas caricaturas un reflejo de las preocupaciones estadounidenses de la época (y de la nuestra, por supuesto) en la que el pequeño ciudadano tiene que enfrentarse con el poder de las corporaciones o con los abusos de los poderosos.

Otro personaje con el que ha realizado buena pareja es el Pato Lucas. Aprovechando el carácter ambicioso y egoísta de Lucas los animadores de Looney Tunes han realizado graciosas caricaturas en las que el pato intenta infructuosamente robarle cámaras (y fama, de paso) al impasible Bugs quien siempre tiene un as bajo la manga para el último momento.

La otra cara de Bugs
Durante la segunda guerra mundial los Estados Unidos mandaba tropas americanas a el Pacífico. Solo que no solo mandaban tropas sino también mujeres, para que sus tropas se mantuvieran comodos en el Pacífico. Poco después no tubieron dinero para pagarles a las mujeres, los hombres empezaron a tener gustos por la homosexualidad. Luego al regresar a los Estados Unidos los hombres regresaban con gustos por los hombres. Poco después es creado un personaje cuyo gusto es parcialmente por Elmer Gruñón y se demuestra por que en los episodios como el Barbero de Sebilla en el cual se casa con el siendo Elmer la mujer.

Controversia
En muchos países se ha llegado a poner en discusión al simpático conejo sobre todo por su marcada afición al travestismo o a dar besos en la boca a las víctimas que acaba de poner en ridículo. Cabe señalar que Bugs bunny es una representación animada de la personalidad de Groucho Marx.

Día 11 EL BAÑO DEL PAPA
Año 1988. Melo, Uruguay, una pequeña ciudad ubicada en la frontera con Brasil, espera la visita del papa Juan Pablo II. Se empieza a hablar de cifras: llegarán miles de personas. Algunas fuentes bien informadas hablan de 50.000 visitantes...Los habitantes, pobres en su mayoría, saben lo que significa: 50.000 peregrinos querrán comer, beber, querrán comprar banderas de papel, recuerdos, medallas conmemorativas. Llenos de entusiasmo, más que la bendición divina, esperan conseguir una pequeña parte de felicidad material. Beto, un contrabandista de poca monta, está convencido de haber dado con el mejor negocio de todos: “el baño del Papa”, donde miles de peregrinos podrán aliviarse. Que los otros se encarguen de freír montañas de chorizos y hornear bollos, él se hará rico con los residuos humanos. Pero antes de poder construir el retrete, Beto se mete en un lío. Llega casi a agotar la paciencia de su estoica y siempre optimista esposa Carmen y decepciona a Silvia, su hija adolescente, que sueña con trabajar en los medios de comunicación. Debe incrementar sus arriesgados y duros viajes al otro lado de la frontera. Deja de lado su gran sueño: comprarse un ciclomotor. Incluso pierde su bien más querido, su bicicleta, con tal de hacerse con la clave de su templo de residuos y riqueza: la taza del váter. Pero está decidido a llegar a tiempo para el acontecimiento divino.